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La historia de la Revolución de Terciopelo

La historia de la Revolución de Terciopelo

La revolución de terciopelo fue el movimiento pacífico por el cual el partido comunista de Checoslovaquia perdió el monopolio del poder político en 1989. Como consecuencia se desarrolló un régimen parlamentario en el contexto de un Estado de Derecho y un sistema económico que había iniciado ya su transición al capitalismo.

INTERESANTE

El 17 de noviembre de 1989, el régimen dirigido por el partido comunista intervino duramente contra la manifestación estudiantil convocada con ocasión del quincuagésimo aniversario de la clausura de las universidades hecha por los nazis. En protesta por el brutal comportamiento de las fuerzas del orden, la ciudadanía se echó a las calles y se organizaron nuevas manifestaciones y huelgas en varias ciudades de Checoslovaquia. La así llamada Revolución de Terciopelo hizo que los comunistas renunciaran al ejercicio del poder absoluto.

Hoy te contamos cronológicamente los aspectos más importantes de la llamada Revolución de Terciopelo:

▪ En 1977 un grupo de intelectuales, siguiendo la línea del espíritu de la Primavera de Praga, publicaron un manifiesto denominado «Carta 77», en el que expresaban su disidencia con el régimen establecido.

▪ En 1987 una visita de Mijaíl Gorbachov a Checoslovaquia terminó con un pronunciamiento público del líder soviético en Praga instando al gobierno comunista checoslovaco a seguir la liberalización política que la perestroika realizaba en la URSS. El mensaje fue ignorado por los líderes del Partido Comunista de Checoslovaquia, liderados por Gustáv Husák y por Miloš Jakeš que prometieron mantener al régimen dentro de la ortodoxia marxista.

▪ A mediados de 1989 la situación política de Europa Central era muy inestable, y casi todos los regímenes comunistas de la región experimentaban presiones internas para una liberalización similiar a la vivida en la Unión Soviética.

▪ La prensa checoslovaca, aunque censurada por el gobierno, no dejó de informar sobre los sucesos de Alemania Oriental, donde miles de ciudadanos reclamaban emigrar sin restricciones al sector occidental, así como lo sucedido en Polonia, donde se habían celebrado elecciones en 1989 con participación de partidos no comunistas.

▪ Centenares de emigrantes de Alemania Oriental arribaron a Checoslovaquia a mediados de 1989, instalándose allí en espera a que la embajada de Alemania Occidental en Praga les otorgara visados de entrada, lo cual llamó la atención de la opinión pública checoslovaca.

▪ A fines de agosto, era elegido el periodista Tadeusz Mazowiecki como primer ministro de Polonia, primer no comunista que ocupaba ese cargo en 40 años, y en setiembre miembros del proscrito sindicato Solidaridad entraban al gabinete ministerial polaco.

▪ En septiembre, en Hungría, el gobierno comunista rehabilitó públicamente a Imre Nagy (el líder de la fallida Sublevación de 1956) y en octubre renunciaba al monopolio del poder. Para colmo, el 9 de noviembre, el gobierno de la RDA declaró abierto el tránsito irrestricto a través del Muro de Berlín, el cual empezaba a ser desmantelado apenas pocas horas después por la población germanooriental. De esta manera, Checoslovaquia parecía alejada de la ola de liberalización de la región centroeuropea, en tanto sus vecinos comunistas ya la estaba viviendo, a excepción de Rumania.

▪ Ante estos eventos, los disidentes políticos de Checoslovaquia lanzaron una serie de protestas callejeras debido al inmovilismo de su régimen, que era renuente a adoptar políticas similares a las de los países vecinos.

▪ Otro factor clave del activismo checoslovaco era la evidencia de que el gobierno soviético, presidido por Gorbachov, rechazaba intervenir militarmente en los países del Pacto de Varsovia para detener la ola de liberalización, siendo que el gobierno de Moscú más bien alentaba a los regímenes comunistas a copiar la perestroika y el glásnost, advirtiendo el Kremlin que no enviaría al extranjero tropas del Ejército Rojo «en defensa del marxismo-leninismo».

▪ El jueves 16 de noviembre ocurrió una manifestación de estudiantes en Bratislava reclamando libertades políticas, pero sin autorización previa de la policía, lo que hizo que la marcha fuera dispersada violentamente.

▪ Al día siguiente, viernes 17 de noviembre, la policía atacó a miles de estudiantes que protestaban contra el régimen comunista en Praga, la capital checoslovaca.

▪ Este suceso provocó el inicio de nuevas manifestaciones con mayores cantidades de participantes, junto con huelgas de teatros y cines el sábado 18 y domingo 19 de noviembre, lo cual hizo más visible la protesta política, que era ocultada por los medios de comunicación (todos de propiedad gubernamental).

▪ El martes 21 de noviembre las manifestaciones continuaron en Bratislava y Praga, alentadas por las declaraciones de Miloš Jakeš, secretario general del Partido Comunista, quien insistía en un mensaje televisado que el marxismo era «la única alternativa para Checoslovaquia» y condenaba a los grupos disidentes.

▪ El día 23 los jefes de las fuerzas armadas aceptaron estar listos para actuar en defensa del gobierno, pero insistieron en que no se usara la fuerza contra civiles; al día siguiente la huelga antigubernamental se extendió al personal de prensa y radiodifusión, llegando al extremo que esa misma tarde la televisión local de Bratislava transmitió entrevistas en vivo a líderes disidentes locales comentando abiertamente sobre la situación del país y los reclamos opositores, anulando toda censura.

▪ El sábado 25 de noviembre continuaron las manifestaciones callejeras, alcanzando su mayor convocatoria: en Praga marcharon cerca de 400.000 manifestantes y en Bratislava acudieron unos 100.000 particpantes, las manifestaciones estaban extendidas ahora a Brno, Košice y Ostrava.

▪ Hubo una huelga general el 27 de noviembre de 1989, con notable éxito tras paralizar prácticamente toda la infraestructura del país (transportes, fábricas, escuelas y medios de comunicación) durante dos horas. Esta huelga fue una demostración de poder del movimiento disidente, al punto que las autoridades gubernamentales constataron la falta de apoyo ciudadano al régimen, el cual sólo podría sostenerse por la fuerza.

▪ Ese mismo día Miloš Jakeš y otros jefes del Partido Comunista Checoslovaco solicitaron ayuda a la URSS pero no obtuvieron respuesta favorable de Gorbachov; la opción de resistir usando tropas contra la población parecía ya descartada y ante ello el gobierno aceptó abandonar el poder modificando la constitución en la mañana del 29 de noviembre, eliminando el monopolio del poder ejercido por el Partido Comunista.

▪ El hasta entonces valedor de la ortodoxia unipartidista, Gustáv Husák, dimitía el 10 de diciembre como Presidente de la República tras asumir cargos ministeriales diversos líderes no comunistas. Los acontecimientos se precipitaron y antes de finalizar el año 1989 Václav Havel accedió a la jefatura del Estado y Alexander Dubček a la presidencia del Parlamento.

▪ En junio de 1990 se celebraron elecciones democráticas de las que saldrían vencedores el Foro Cívico (Občanské fórum) y el Ciudadanos Contra la Violencia (Verejnosť proti násiliu), variante eslovaca del primero.

▪ La evolución política y las escisiones posteriores de estos partidos se iban a plasmar durante los años 1991 y 1992, así como un poderoso movimiento nacionalista secesionista que se traduciría en la independencia entre la República Checa y República Eslovaca en el año 1993.

▪ V. Havel se convertiría en el primer presidente de la República Checa y Václav Klaus en primer ministro, mientras que en Eslovaquia sería Vladimír Mečiar el nuevo jefe de Estado. En 2004 ambos países ingresaron de forma conjunta en la Unión Europea y la OTAN (La República Checa ya desde 1999).

Con información: Wikipedia

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