Octubre 02, 2016

Amores masoquistas; por Daniel Mota

Amores masoquistas; por Daniel Mota

Así lo ve Mota |

¡Para aquellos que necesitan valorarse y mucho más!

Son muchas las personas que consiguen el paraíso, entre maltratos, malos gestos, humillaciones y pare usted de contar. Personas aferradas a una relación que marcha al son del cangrejo; que aportan sólo para restar, nada de avances.

El Diccionario de la Real Academia Española, mejor conocido como la DRAE, reza que el masoquismo es: Alguien que tiene tendencia al masoquismo o lo practica  es decir, Se aplica a la persona que disfruta con un pensamiento, situación o hecho desagradable y doloroso: deben de ser masoquistas, porque no dejan de pelearse. Esto es, fuera del contexto sexual.

En relación a éste tema que decidí escribirles, pugné la opinión de una gran amiga, la cual reservo su nombre, y que hoy en día ¨Considero yo¨ ha superado el masoquismo; para ella el masoquismo es  estar  <Enganchado a una persona por una afinidad, a pesar de los maltratos y burlas, se considera que el amor va hacer cambiar al ser amado>.

Partiendo de lo que piensa mi amiga, de profesión educadora, podemos decir que en ocasiones los seres humanos confundimos los sentimientos, y mal empleamos emocionalmente el concepto de amor. Es por ello que cuando decidimos emprender una relación y falla el respeto por primera y segunda vez, no es amor; sólo es un sentimiento hormonal de índole masoquista de la cual desconocemos y nos enteramos de que sufrimos de ese mal, ya pasado un largo tiempo, o quizás la vida se nos fue volando o no las quitaron y nunca supimos el mal que nosotros mismos nos estábamos provocando.

El masoquismo no sólo se emplea a las personas que viven en pareja, lo podemos vivir hasta en nuestro círculo de amistades ¿y porque no? hasta en nuestro propio núcleo familiar. Sin embargo es más frecuente entre marido y mujer, dijera el párroco de la iglesia. Las relaciones tormentosas o procelosas de las que podemos ser víctimas en cualquier momento, sólo por esperar un cambio para bien del ser amado; pueden hacer que hasta  nuestra propia vida esté en riesgo antes del tiempo calculado por el mismo DIOS. Propicio para recordar el terrible caso ocurrido en Maturín estado Monagas, en el año (1994), donde seres que en algún momento se juraron amor sincero y puro se dejaron ganar la batalla por el masoquismo, la muerte apresurada fue su fin.

¡La tarea de valorarnos y apreciarnos primeramente como personas, es ya! Y lo hago saber para todos los ámbitos de nuestra vida. La unión de dos personas debe de estar enmarcada en el respeto, la comunicación y la confianza; nadie tiene más peso que el otro, ambos son importantes, y por ende toda <La pareja> tienen que valorarse el uno con el otro. Cuando un vínculo se torna tormentoso y masoquista, merece ser corregido a tiempo, no esperar que una insignificante bofetada o un ordinario mordisco se convierta en miles y miles de marcas, ¿y porque no? en huellas de disparos y mutilaciones de las que pueda llegar a sufrir nuestro cuerpo. El cuerpo que nos permite respirar, vivir, un cuerpo que nos pertenece sólo nosotros.

Y recuerden, hay que dejar de ser masoquistas con el corazón, si el amor es puro jamás te hará daño, y si lo hace dos veces seguidas aléjate.

Daniel Mota / TW @UnTalMota / IG @UnTalMota | Foto: Corazón roto / Shutterstock

 

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