‘Amigos verdaderos’ por Daniel Mota

Así lo ve Mota |

Para los que apuestan a la segunda familia que nos ha regalado Dios

Quizás sonará muy loco, que podemos elegir una segunda familia paralela a la nuestra, y sí, en realidad es así, los amigos. Se puede decir que es ése segundo o tal vez primer refugio en el que pensamos en muchos momentos de nuestro transcurrir, Un: ¨ Hola amigo cómo estás? Cuéntame ?¨ puede cambiarnos el día de inmediato y más cuando hay nuevas por drenar.

Unos dirán que  las verdaderas amistades  pierden caducidad con el tiempo, bien sea por motivos de mudanzas, cosas inesperadas; pero eso sólo pasa cuando no ha flotado del todo el famoso Feeling Friends o el sentir de amigos. Los amigos no son amistades, son hermanos, sangre invisible que vemos con ojos del alma correr por nuestras circulantes venas.

Cuando tenemos amigos verdaderos en nuestras vidas, somos dichosos y hasta afortunados, muchos no cuentan con ésta gran fortaleza. Los amigos aparecen ante nosotros de manera tan normal, que no imaginamos la amistad tan estrecha que puede jugarnos el destino de forma veraz. Mucho de ellos los conocemos desde la infancia o durante toda la etapa escolar avanzada. Sin embargo hay otros que van haciendo presencia a medida que vamos recorriendo mundo.

Un amigo es ese ser especial, alcahuete, juez, y hasta crítico de manera constructiva que tenemos a nuestro lado. Con ellos pasamos momentos inolvidables, tertulias sin fin; con ellos lloramos, reímos, somos felices, o simplemente no hacemos nada, sino de contemplar la presencia del uno con el otro. Algunos de ellos solo vemos uno o hasta 3 veces al año, otros los vemos constantemente; pero la distancia no hace la diferencia, la diferencia la hacemos nosotros mismo. La amistad hay que nutrirla y mantenerla siempre intacta. Sabemos que hay cosas que cambian como por ejemplo las responsabilidades, los hijos, el trabajo; más no es impedimento para una reunión a menuda con ésta segunda familia. Que  bárbaro es lo que puede dolernos un mal comentario, mal gesto, que hagan sobre un amigo nuestro en nuestra presencia, reaccionamos como felinos y con nuestra mirada punzamos en la duda de ponente como queriéndole decir: con mi amigo NO te metas.

No está demás decir que no todo el mundo que gira a nuestro alrededor es amigo. Un amigo se hace a través de una serie de vivencia que te van mostrando la lealtad de esa persona y el compromiso que van adquiriendo ante la hermandad que se está formando.

Por eso valora a cada amigo verdadero que te manda Dios… un amigo es esa familia informal que nos regalamos.

Daniel Mota | TW @UnTalMota | IG @UnTalMota

Foto: Amigos Shutterstock