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5 señales de que fracasas en tu vida

5 señales de que fracasas en tu vida

Por Daniel Colombo |

INTERESANTE

¿Tu vida no marcha tal cual anhelas o soñaste? Es posible que estés creando inconscientemente patrones de fracaso, que es justamente eso lo que producen en la vida diaria.

Estos patrones se crean en forma muy sutil, y, para encauzarlos y corregirlos, necesitas trabajar muy fuerte contigo, en tu interior. Paso a paso, observarás cómo se van encaminando las experiencias para disminuir tu cuota de fracaso y aumentar las probabilidades de éxito.

El fracaso, en sí mismo, no tiene nada de malo, más allá del momento difícil que hace atravesar. Desde la perspectiva positiva es un excelente maestro para corregir los errores que cometes, capitalizar la experiencia y diseñar tu estrategia de manera más efectiva.

 

·       Cada uno genera lo que auto-cree: éxito o fracaso

Estas auto creaciones nacen casi sin darte cuenta, con visiones obtusas de la vida y, sobre todo, acerca de ti mismo. Cuando dudas de tu potencial, ya estás retrocediendo. Por eso el esfuerzo que implica reponerse de un fracaso es muy grande; tan o más que el camino que te llevó al éxito.

La mayoría de las personas se rinde, se dan por vencidas. Piensan que una vida más satisfactoria no es para ellas.

Esto ocurre porque tienen muy metido el patrón de fracaso, que ejecutan diariamente todo el día en forma automática. Por más que de la boca para afuera digan otra cosa, las obras se ven en los resultados: no en lo que dices.

 

«En lo que piensas es en lo que te conviertes» Daniel Colombo

 

·       5 señales de que quizás estás fracasando

 

Si tienes al menos uno de estos comportamientos, puedes tomar conciencia de que la vida no marcha en un sentido positivo.

Estas cinco señales son una pauta concreta de que posiblemente estás fracasando en tu vida. Cada una incluye tres sugerencias para que puedas plantearte un cambio positivo.

 

1.     Esperar los viernes y odiar los lunes.

El comportamiento interno típico y más recurrente en personas fracasadas. No sólo limita su semana auto creando pensamientos negativos, queja y aburrimiento, sino que el hecho de no tener un sentido ni propósito en lo que haces resta muchos puntos a tu felicidad. ¿Te has dado cuenta que las personas que tienen éxito viven tan a gusto que no distinguen en qué día u hora están? Por eso es frecuente que reciben más de lo que pensaban. Entonces, sin excederte y cuidando tu salud, puedes tomar lo mejor de ellos. El resto, por lo general, los observa con envidia.

Recursos: 1. Evalúa qué puedes hacer para que cada día, incluyendo los lunes, sean más beneficiosos para ti.  2. Crea rituales de apoyo, como escuchar música energizante y mantener conversaciones positivas e instructivas. 3. Determina desde hoy cancelar este pensamiento negativo: cada vez que estés ansioso esperando los viernes, o veas esos memes en las redes sociales con “¡Por fin es viernes!”, bórralos, e, internamente, cancela esa emoción que sientes. Cuando se te aparece el pensamiento negativo acerca de los lunes, expresa para tus adentros, “Cancelo ese pensamiento. El lunes es un nuevo día lleno de grandes oportunidades.”   No me creas. Pruébalo todos los días, durante al menos 21 días seguidos, y anota los resultados.

 

2.     Vivir pendiente de los demás.

Desde niños te han educado para complacer a otros. Incluso a pocas semanas de haber nacido, Cuando querías un juguete o algo especial, sabías todos los trucos emocionales. El mecanismo es el siguiente: te enseñaron a hacer algo (que no necesariamente querías) + Todos los seres humanos hacen todo (sí, todo, incluso las cosas más aberrantes) para obtener algún beneficio + Entonces, tú lo adquiriste y lo haces en automático para obtener lo que quieres (aún hoy). Esto te lleva a estar pendiente de los demás, y a querer seguir conquistándolos (como cuando eras bebé), cueste lo que cueste. Hay hilos invisibles que fuiste creando, buscando aprobación a tus actos y monerías. Igual que hoy. Y hoy, es una telaraña que no te permite ser libre.

Recursos: 1. Reconoce cuántas ataduras tienes al estar pendiente de los demás. Esos hilos hoy son cadenas. 2. Descubre de qué forma te beneficiaría ir cortando esos lazos, paso a paso. Experimenta la libertad que vas conquistando. 3. Lleva un registro escrito de pequeños pasos que vas dando: la mente es frágil y tiende a olvidar lo bueno; más bien, agiganta lo malo.

 

3.     Envidiar a los exitosos.

Las personas fracasadas sienten una profunda envidia por aquellas que van conquistando sus objetivos, que crecen, son creativas e innovadoras, y superan enormes desafíos. Como el fracasado por lo general se queda quieto y no le gusta esforzarse, hace de su envidia su arma letal. Se pasa horas criticando a todos los que hacen y tienen logros; incluso sin conocerlos, es el opinólogo ideal en las redes sociales. Su mundo “es así”: y no vaya a ser cosa que venga alguien a querer demostrarme lo contrario. Es tan obtuso en su mirada, que observa su fracaso echando la culpa a los demás (la familia, pareja, el gobierno, el país, el jefe…). Siempre quiere tener más, pero no hace nada por obtenerlo. El fracasado es cómodo; justamente lo contrario a las personas exitosas: tener éxito es muy incómodo por distintos motivos, más allá de la fachada que ve el fracasado.

Recursos: 1. En vez de criticar, hazte amigo de personas exitosas. El simple contacto con otro esquema de pensamiento y razonamiento empezará a despertar otros intereses positivos. 2. Destaca y reconoce el éxito ajeno: si lo envidias, eso se vuelve un búmeran hacia ti; y sólo conseguirás más fracaso. 3. Empieza a tener éxito en algo. ¿Te gusta cocinar? Prepara viandas y obséquialas a tu abuelita; haz algo grandioso con eso. Quizás de a poco consigas clientes que te paguen, y transformes eso en un emporio basado en tu habilidad y don. Así se empieza: para tener un supermercado, la mayoría tuvo primero un pequeño almacén de barrio. Sólo así podrás empezar a reconocer ese sentimiento maravilloso llamado éxito. Es, justo, lo contrario a lo que ya saboreas todos los días: el fracaso.

 

4.     Sentirte menos que otros.

Si ya tienes más de 14 años, sabes que no puedes echarle la culpa a tu papá o a tu mamá, o al país, o al gobierno, por cómo está tu vida. ¿Por qué señalo 14 años de edad? Precisamente porque actualmente, desde los 8 aproximadamente, los niños-adolescentes ya quieren su independencia, salir, y asumir una vida casi propia de jóvenes-adultos. Entonces, eso implica que te hagas cargo. Eres el artífice de todo lo que te sucede. Te guste o no, los pensamientos crean tu realidad. Si te sientes menos que los demás, es posible que todo te parezca inalcanzable y que la vida no tiene sentido. Vivir con una estima personal baja y no creer en tu propio potencial, es otra de las características de los fracasados.

Recursos: 1. Busca ayuda profesional para salir del pantano de baja autoestima en el que puedes estar. Hay miles de cursos gratis en Internet y en cada pueblo o ciudad. Lee libros inspiradores. Mira sólo películas que te estimulen y edifiquen. No veas tanta televisión ni estés mucho tiempo en el computador: haz cosas edificantes que te saquen del pozo. 2. Conversa con al menos 13 personas exitosas y seguras de sí mismas, sin que este rasgo de personalidad te lleve a ser soberbio o presumido. Observa qué diferencia hay entre tu vida y la de ellos, y, sobre todo, cómo y para qué lo hacen.  3. Elige un área de tu vida en la que quieras empezar a ser exitoso. Por ejemplo, algo que no tiene costo: si tienes unos kilos demás, proponte caminar al menos 45 minutos diarios 6 días a la semana. Haz tu rutina con disciplina: justo eso es lo que te falta, porque, de lo contrario, no serías un fracasado. Evalúa los resultados luego de haber hecho este ejercicio durante 90 días corridos (sin saltearte ninguno de los 6 días de la semana).

 

5.     Olvidarte de quien eres.

Por si no lo sabes, lo que tú haces es uno de los roles que ejerces en el mundo. Aunque eso no es lo que tú eres. Eres un ser humano; no un “hacer humano”. En un sentido mayor, eres un ser humano que tiene dones y habilidades increíbles. Si no te animas a explorarlas, ya sabes que vivirás de fracaso en fracaso. No importa lo que te apasiona y te motiva: simplemente, hazlo. Si tienes miedo, hazlo con miedo. La clave es hacerlo. Puedes ser la mejor mamá, el super papá o lo que elijas: la clave es que lo hagas. Tú eres el capitán de tu propio barco: nadie más. Recuérdate tu valor, tu coraje. Ten presente momentos difíciles para darte ánimo cuando decaigas: es normal como seres humanos.

Recursos: 1. Regresa a tu centro, a tu esencia. Busca alguna actividad placentera que te conecte con tus virtudes, y que te aleje de la mirada puesta en los demás. Hay muchísimas opciones en el mundo. 2. Escribe una lista de un mínimo de 100 cualidades positivas que tienes. Mientras lo haces, respóndete con honestidad: ¿te cuesta escribirlas? ¿no encuentras tantas cualidades tuyas? Ahí tienes un primer comienzo para trabajar. 3. Determina una frase corta y positiva, que será tu lema de ahora en más. Repítela todos los días, tantas veces como puedas. Escríbela en un papel y pégala en el espejo de tu cuarto. Hazla tuya, siéntela y vívela. Practícala al menos 33 dias seguidos. Prueba cómo te va. Registra cualquier cambio que observes, y toma consciencia de cómo te estás moviendo hacia algo nuevo.

 

¿Quieres seguir así o deseas más éxito para tu vida? Eso depende exclusivamente de ti. Es tu elección. De nadie más.

Daniel Colombo | www.danielcolombo.com | Tw @danielcolombopr | Ig: @daniel.colombo

Coach especializado en alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; escritor y comunicador profesional

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